
Te amo,te amo,te amo...
El eco ese susurro repetía,
el viento iba silvando lentamente,
como manto de seda los cubría,
¡Repítelo,repítelo oh dulce vida mía!
La gravedad atraía...
El le entregaba una flor y ella la presumía,
una llovizna caía suavemente.
El calor de dos abrazos se fundía...
Y un beso el universo trascendía de repente!
Que no se acabe nunca...
Hay réplicas de besos que no acaban...
Y esa caricia ajena a la perfidia.
¡Oh nubes,¡pronto!,escondan a la luna!
No vaya a ser que muera de la envidia.